Suministro de electricidad e iluminación en un local

Abrir un negocio siempre es costoso, y no sólo por todos los gastos que conlleva. Es cierto que muchas cosas necesarias para poder abrir un local se escapan de nuestro control, como puede ser una licencia de apertura o de actividad.

Si has conseguido tener todos los documentos necesarios y has terminado la obra o reforma de tu local, llega uno de los puntos más importantes, la electricidad. Si a nivel de hogar vimos que había que tener muchas cosas en cuenta a la hora de elegir potencia o tarifa, en un local es un poco más complicado. Veamos qué hay que hacer para tener electricidad en un local y, además, cómo utilizar la iluminación para nuestro beneficio, y de forma económica.

Dar de alta la luz en un local

Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es si ha habido suministro o no en ese local con anterioridad. Con esto se nos plantean dos posibilidades:

Que el local sea nuevo o haya habido una gran reforma

Si este es tu caso, el promotor de la obra deberá solicitar de forma previa las condiciones técnicas y económicas de suministro eléctrico a la empresa distribuidora de electricidad de su zona geográfica, es decir, no será lo mismo vivir en Andalucía que en Galicia, puesto que la distribuidora será diferente y específica para esa zona, no se puede elegir.

Con estas condiciones quedan determinadas las características técnicas de la instalación de conexión de la red del local con la de la compañía distribuidora según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión y las normas de la compañía.

En este caso, entran en juego los denominados derechos de acometida. La acometida es la parte de la instalación eléctrica que conecta la red de distribución con la red propia del local. Las de baja tensión (locales y viviendas) se conectan con la caja general de protección o caja de fusibles. Por lo tanto, el derecho de acometida es el coste que se debe abonar a la distribuidora por las actividades requeridas para crear un nuevo suministro (o modificar uno existente).

Este derecho se divide en extensión, acceso, enganche y verificación. El derecho de extensión corresponde a la infraestructuras de interconexión y suele ser pagado por el promotor si es una obra nueva.

Una vez realizada la parte interior y el enlace con la distribuidora, el encargado de la obra deberá tener el Certificado de la Instalación Eléctrica (CIE), que determinará que ese local puede tener suministro eléctrico y la potencia máxima que se puede contratar, entre otras cosas.

Una vez realizado todo lo anterior, la distribuidora deberá proporcionar el Código Unificado de Punto de Suministro (CUPS), que es el DNI del punto de nuestro local, sin el cual no se puede dar de alta.

Que el local ya haya tenido suministro

Ante todo hay que decir que la acometida ya existirá por lo que eso nos lo ahorraremos; de la misma forma que ya existirá un Código CUPS. Otras de las cosas que no serán necesarias será el CIE, a no ser que haga más de 20 años que se hizo.

Podemos encontrarnos en tres situaciones:

  1. Que haya suministro: No suele ser así, pero si hemos hablado directamente con el propietario y, simplemente, va a ser un traspaso, podemos decirle que no dé de baja el suministro y hacer un cambio de titular, que es gratuito con algunas compañías.
  2. Que haga menos de 3 años que ha habido suministro: Deberemos pagar los derechos de acceso por la potencia contratada, los derechos de enganche y el depósito de garantía.
  3. Que haga más de tres años que ha habido suministros: Además de los del punto 2, deberemos pagar los derechos de extensión.

Elegir la potencia y la tarifa

Como comentamos en el post sobre dar de alta la luz en una vivienda, antes de elegir comercializadora y dar de alta la luz, hay que decidir sobre dos aspectos: la potencia y el tipo de tarifa.

Potencia

Antes de elegir la potencia, deberemos saber qué tipo de instalación tenemos: monofásica o trifásica. En una monofásica la potencia llega en una fase y, en una trifásica, se divide en tres fases. Pese a que en la actualidad la mayoría de instalaciones son monofásicas, verifica esto antes de dar de alta. Imagínate que tienes una potencia trifásica y decides dar de alta 4,6 kW, a cada fase le va a llegar apenas 1,5 kW que puede no ser necesario. Si tu instalación es trifásica, puede que tengas que plantearte un cambio de trifásico a monofásico.

Una vez sepamos qué tipo de instalación tenemos, podemos elegir qué potencia queremos. Para determinarla podemos fijarnos en el CIE, puesto que pone la máxima y la recomendada (normalmente) o calcularla según los aparatos a utilizar. También existen ciertos rangos para según qué tipo de empresa, como se puede ver a continuación:

  • PYMES: Entre 4,6 kW y 6,9 kW
  • Empresa mediana: De 8,05 kW a 11,5 kW
  • Empresa grande: Más de 15 kW

Tarifa

El tipo de tarifa vendrá determinado por la potencia que vayamos a contratar, de la siguiente manera:

  • 2.0A, 2.0DHA y 2.0DHS: Hasta 10 kW
  • 2.0A, 2.0DHA y 2.0DHS: Potencias mayores a 10 kW y hasta 15 kW
  • 3.0A: Potencias mayores a 15 kW

Este tipo de tarifas son específicas para empresas y la mayor diferencia es si tienen o no discriminación horaria.

Una vez hemos decidido la potencia y el tipo de tarifa, sólo nos queda elegir una comercializadora y dar el alta a través de ella. Gracias a la liberalización del mercado eléctrico, podemos elegir qué compañía queremos, por lo que es bueno hacer una comparativa para ver cuál nos ofrece mejores condiciones.

Iluminación del local

Una vez tengamos electricidad, ya podemos conectar las diferentes máquinas, electrodomésticos o aparatos eléctricos que necesitemos para nuestra actividad.

Sin embargo, una de las cosas más importantes para un local es la iluminación.

Pese a que mucha gente piensa que la iluminación simplemente sirve para ver, un local con una buena iluminación puede tener más éxito. Es cierto que la iluminación de las empresas debe diseñarse de manera que se evite la fatiga visual. Y cuanto más precisión se requiere en el trabajo, más potente debe ser la iluminación. De ahí el uso de la iluminación LED para proporcionar una calidad de iluminación perfecta y ahorrar dinero.

Y es importante tener en cuenta la actividad de su empresa para elegir la iluminación adecuada. Por ejemplo, para comercios y tiendas, recomendamos dos líneas de productos: los focos de carril y las tiras LED.

Focos de carril

Un buen ejemplo del empleo de focos de carril led que como en este caso se centra en la iluminación de determinados objetos. Lo que se busca en las tiendas en muchas ocasiones es destacar un determinado producto.
Otro ejemplo de utilización en los comercios tiene que ver con la idea de crear un determinado ambiente con una combinación de luces. Un rincón de la tienda puede albergar un ambiente que nada tenga que ver con el resto. Destacando así los productos más relevantes o los que queremos promocionar.
La variedad de colores de luces hará que puedas jugar con diversas combinaciones y que impere la creatividad. Podrás atraerla atención de nuevos clientes ayudando así a maximizar las ventas.

Tiras LED

Cuando recurrimos a las tiras de led en los comercios, una buena idea para resaltar los productos de tu tienda es, por ejemplo, colocar tiras de led alrededor de los escaparates o alrededor de los muebles que conforman tu espacio comercial. También puedes colocarlas alrededor de los productos para que llamen más la atención.
Del mismo modo, es posible colocarlas en el techo. En este sentido, puedes hacer que caigan de él o que vayan alrededor de figuras que es posible diseñar especialmente para que acompañen a las tiras de led.

Sea como fuere, los focos de carril y las tiras de led en los comercios y tiendas son todo un acierto que, a buen seguro, hará que tu negocio destaque frente a la competencia.

¿Quieres iluminar tu local y necesitas asesoramiento? Ponte en contacto con nuestro equipo via info@ecoluzled.com, estaremos encantados atenderte.

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