Pasos a seguir para dar de alta la luz y elegir la mejor iluminación para una vivienda nueva

Imagínate la siguiente situación: te acaban de dar tu casa nueva, llegas, le das al interruptor de la luz y no se enciende nada. En este momento se encienden varias alarmas, la primera de la cuales es ¿qué tengo que hacer para tener luz en mi casa?

Sin embargo, el problema puede no quedarse ahí. Puede que, durante la obra, hayas ido eligiendo los apliques de luz y los tipos de iluminación que querías para cada estancia. Sin embargo, puede que llegues y, o no haya instalación o esté sólo la instalación básica.

En este artículo veremos una serie de pasos y consejos a la hora de dar de alta la luz, elegir el tipo de tarifa y la mejor iluminación para ahorrar al máximo.

¿Cómo doy de alta la luz?


Antes de llamar a ninguna compañía, tenemos que tener finalizada la instalación eléctrica y disponer del Certificado de Instalación Eléctrica. Si tu vivienda es de obra nueva, este Certificado te lo tiene que dar la inmobiliaria. Si es de segunda ocupación, el dueño deberá tener el Certificado en regla para que se pueda dar de alta la luz.

Una de las cosas que debes saber en este sentido es que la compañía que te va a suministrar la luz y la que te va a cobrar no son la misma desde hace años. En la actualidad existe la diferencia entre comercializadora y distribuidora. La comercializadora es la que se encarga de los contratos y la distribuidora del suministro. Por esta razón, pese a que el técnico que hará la gestión física del alta será de la distribuidora, para tener luz en una vivienda hay que llamar a una comercializadora, y podemos elegir la que queramos.

Lo primero que debes hacer es llamar a la distribuidora de la zona (se dividen el territorio español de forma geográfica) para preguntarle un dato sobre el suministro que se denomina el Código CUPS, Código Unificado de Punto de Suministro. Esto sería como el DNI de nuestra vivienda y te lo va a pedir la comercializadora para poder dar de alta la luz en ese punto.

Una vez dispongas del CUPS, lo segundo que debes hacer es elegir la potencia que quieres contratar. La potencia más adecuada para tu vivienda es algo que se puede saber contratando un profesional o bien haciendo un cálculo manual (sumando todo lo que requieren los diferentes electrodomésticos y aparatos electrónicos de tu casa). A más potencia contratada, más cara será el alta de la luz. En el Certificado de Instalación Eléctrica suele aparecer la potencia máxima admisible y la recomendable para esa vivienda, lo cual nos puede ayudar en la elección.

El tercer paso para poder dar de alta la luz es elegir el tipo de tarifa eléctrica.

¿Qué tipo de tarifa me conviene?


Lo primero que hay que tener en cuenta es qué potencia hemos elegido para dar de alta, puesto que determinará el grupo en que estará nuestra tarifa. A nivel de vivienda las potencias suelen ser menores a 10 kW por lo que serán tarifas 2.0A.

Lo segundo será elegir si quiero o no una tarifa con discriminación horaria. En este tipo de tarifas, el coste del consumo eléctrico se divide en dos franjas, una barata y otra cara. En invierno, el horario valle de la electricidad (el barato) va de 23h a 13h, y puede llegar a ser la mitad del coste de un kilovatio/hora en las tarifas sin discriminación horaria.

Este tipo de tarifas es la mejor elección si tus horario son adaptables a la franja más económica. Sin embargo, no pienses que no vas a poder encender la luz en el periodo caro (hay que pensar que son menos horas), sino que el mayor gasto (lavadora, lavavajillas, horno…) lo puedas hacer en ese periodo. Si consigue adaptarlo, estas tarifas pueden suponer un 50% de ahorro frente a las de sin discriminación horaria.

Y ahora, ¿qué compañía elijo?


Una vez has elegido la potencia y el tipo de tarifa, el cuarto paso es elegir la comercializadora con la que dar de alta la luz.

Como te hemos dicho, lo mejor es hacer una comparativa entre las diferentes comercializadoras que existen y elegir la que mejores condiciones te ofrece. Al ser la distribuidora siempre la misma, la calidad del servicio será igual elijas la comercializadora que elijas, por lo que puedes elegir tranquilo.

Tienes que tener en cuenta, al elegir la compañía, que algunas obligan a tener permanencia y a contratar determinados servicios de mantenimiento, por lo que tendrás que tener en cuenta si quieres esto o no.

El siguiente paso, elegir la iluminación


Ya hemos conseguido, después de varios pasos y decisiones, disponer de suministro eléctrico en la vivienda por lo que, si le damos al interruptor de la luz, podremos tener suministro.

Hay que pensar que más del 30% de tu factura de electricidad irá destinada a la iluminación de tu nuevo hogar, por lo que deberás elegir la iluminación que más ahorro te conlleve en este sentido.

Existen varios aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir la iluminación para tu nueva vivienda:

  • Consumo: Como hemos dicho, a menor consumo, menor gasto. Usar bombillas LED o de bajo consumo es la mejor opción.
  • Usabilidad: Hay que tener en cuenta para qué se va a usar la estancia e iluminarla en función de eso. No es lo mismo la iluminación para la cocina que para un estudio.
  • Capacidad y distancia: Lo mejor es tener una luz cada diez metros cuadrados. A veces nos volvemos locos y queremos iluminar hasta el último punto de la casa y no es necesario.

Una vez hemos determinado los puntos de luz de nuestra casa, hay que elegir la fuente de iluminación que queremos y aquí, sin lugar a dudas, las Bombillas LED son la inversión más inteligente. Este tipo de iluminación es mucho más rentable ya que consumen casi un 80% menos de energía teniendo en cuenta que la vida útil de los leds está entre las 20.000 y 50.000 horas (6 años aproximadamente), mientras que la de una bombilla incandescente ronda las 2.000, por tanto tienen un alto porcentaje de ahorro en la factura de la luz ya que la rentabilidad es a largo plazo.

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